Himmler llegó presa de un gran frenesí. Estaba en plena clase de claqué cuando sonó el teléfono y le convocaron al Berchtesgaden. Temía que se tratase de un cargamento perdido de varios miles de sombreros de papel, en forma de cono, que le había prometido a Rommel para la ofensiva de invierno. (Himmler no estaba acostumbrado a que lo invitaran a cenar al Berchtesgaden porque era corto de vista, y Hitler no podía soportar verle llevarse el tenedor a la cara y clavarse la comida en alguna parte de la mejilla). Himmler se dio cuenta de que algo iba mal porque Hitler le llamó "enano", algo que sólo hacía cuando estaba de mal humor. De pronto, el Führer dio media vuelta, lo encaró y gritó: -¿Sabe usted si Churchill va a dejarse patillas?Woody Allen, Cómo acabar de una vez por todas con la cultura.
miércoles, 16 de mayo de 2012
Las patillas de Hitler
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Ay, Woody. Ay...
ResponderEliminarPor cierto, Google había indexado parte de la entrada anterior que borraste al poco de publicarla. Ya no sale, pero me has dejao con toda la curiosidad.
ResponderEliminarMierda de google. Te dejé con la curiosidad, pero si la borré era por algo. chan-chan. xD
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