lunes, 6 de diciembre de 2010

El tío Boonmee recuerda sus vidas pasadas

¿Recordáis cuando hace escasas entradas dije que ya no le iba a hacer ni puñetero caso a la palmita del festival de Cannes? Bien, pues he ido a ver la última Palma de Oro. Ahí lo llevas.
Tailandesa. Un terrateniente que mató comunistas en la guerra alcanza el fin de su vida a causa de una enfermedad renal. La hermana de su mujer fallecida y un sobrino vienen a hacerle compañía a su casa. A todo esto que se aparece el fantasma de su mujer y su hijo, desaparecido hace años, reaparece también pero convertido en un mono fantasma. No es por hacerlo peyorativo, de verdad, es que es un mono fantasma. Una especie de Chewaka negro con los ojos rojos. No sé si recuerda o no sus vidas pasadas, sólo hay una extraña escena en la que un pescado tiene relaciones sexuales con una especie de princesa, y todavía no he entendido a cuento de qué vino eso.
Y no cuento cómo sigue para que alguien vaya a verla y me lo explique. Aviso, apenas hay diálogo y los planos son eternos, que son las normas para las películas independientes de hoy en día. Lo sabréis con el primer plano de la película, que es de una vaca.
Ánimo.
¿A que da miedo el mono fantasma?

3 comentarios:

  1. Uf, gracias por el aviso, así podré esquivarla sin contemplaciones. ¿De donde sacan al jurado en estos festivales? Si pusieran a Van Damme o a Steven Seagal otro gallo cantaria.

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  2. Vaya, te he disuadido. Así no podrás ser tú el que me explique el simbolismo de la película.
    A mí lo que me cuesta pensar es que este director haya rodado esta película con estas escenas, y que espere que la gente se lo tome en serio y no se parta la caja en la sala de cine. Porque la verdad es que da todo mucha risa.

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  3. a mí me moló. recomiendo también ver el resto de sus pelis.

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