viernes, 30 de septiembre de 2011

El ocaso del conocimiento como prioridad en el mundo universitario

Europa se propone comprender el mundo que le rodea. Ese podría ser el comienzo de una historia de ficción, de un cuento estilo borgiano. En realidad, es una cosa que ocurre todos los días, en diferentes ciudades y en diferentes lugares, todos ellos conocidos como universidades. O al menos esa era hasta ahora la alta misión de estas venerables instituciones que, al día de hoy, se ven amenazadas por las maquinaciones de unas mentes, de esas "cargadas de sentido", reunidas en otro rincón del viejo continente.
Esto no es una teoría conspitoria, esto es un hecho que todo el mundo universitario conoce: sobre la industria del conocimiento que debe ser la Universidad se levanta una oscurantista amenaza que pretende convertirla en una fábrica de sofisticados peones al servicio del mercado. O dicho de otro modo, se levanta la sombra de la estupidez, que es siempre el mayor peligro que tiene la humanidad y, sobre todo entre sus clases dirigentes, que quieren hacer perder al mundo universitario, vapuleado por la desidia y la masificación, lo único que le queda ya, que es su conciencia crítica. 
Prólogo de Raúl Eguizábal para Moda, comunicación y sociedad, realizado por el Grupo de Análisis de la Comunicación y publicado por Comunicación Social: ediciones y publicaciones.

5 comentarios:

  1. Muy bueno.

    La realidad es asi de triste :(

    Estoy hasta los cojones del mercado y que absolutamente todo esté a sus pies.

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  2. esto está ya tan viciado q hasta el autor, a pesar de querer ir en contra, cae en las redes de "gestores" y neoliberales en general, y termina utilizando sus propios conceptos. Cuando precisamente por ahí debiera nacer la crítica universiatria. ¿No me creen? pues no he sido yo el q ha escrito
    "la industria del conocimiento que debe ser la Universidad".
    ¡NO! no confundamos la universidad con industria alguna.

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  3. Pau: Pues hay que prepararse porque creo que gane quien gane el 20N nos quedan aún unos cuantos años de que todo y cada vez más esté a los pies del mercado.

    Anónimo (por llamarte de algún modo): Que síiiii... que salta a la vista, nos hemos dado cuenta. Ay. Que no hay que ser un lince, hombre, para que llame la atención la palabreja en mitad del texto. Pero lo he puesto porque la idea queda bastante clara, y más nos vale hacer piña contra Bolonia y sus defensores, así que he querido difundirlo un poco. Bueno, y porque me ha llamado la atención que el prólogo de un libro sobre moda vaya de eso.

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  4. Pero quizá Bolonia solo sigue la inercia de la sociedad; más reflejo que causa. Muchos universitarios, si no la mayoría, sólo ven en la universidad una posible manera de hacer pasta en el futuro y aprender les importa muy poco; con aprobar créditos, aunque sea copiando, les vale.
    Pinta en bastos.

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  5. Puede que esa sea la tónica en algunas carreras. Sólo puedo decir desde mi perspectiva que los estudiantes de CAV tienen sus defectos, pero ese no es uno de ellos. De todas formas, aunque los estudiantes busquen lo que sea (dinero, que es de lo que hablamos), opino como el autor en que la prioridad de la Universidad ha de ser siempre transmitir el conocimiento más profundo posible de la materia que sea, no sólo el básico para hacerlo rentable, que es la tendencia de Bolonia.

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